Cualquier persona puede presentar una úlcera corneal en cualquier momento de su vida. Dependiendo de su grado (leve o severo) y de la rapidez a la hora de poner un tratamiento, puede quedar en una experiencia puntual o tratarse de algo que comprometa la visión.
En el pronóstico, además de la profundidad y la extensión, intervienen la edad del paciente y la posible presencia o no de ciertas enfermedades previas. Hoy vamos a ver las causas de las úlceras en la córnea del ojo, cuándo es necesario acudir al especialista, cuáles son las posibles complicaciones y cómo es el tratamiento.
¿Qué es una úlcera corneal?
Una úlcera corneal es una lesión o una herida en la córnea. La córnea es una estructura transparente, situada en el polo anterior del globo ocular, que permite la entrada de luz desde el exterior, a la vez que protege el iris y el cristalino.
Hay úlceras de córnea leves y también las hay graves o profundas. Las leves pueden llegar a confundirse con una alergia suave o una conjuntivitis localizada, por la sensación de cuerpo extraño y el enrojecimiento. Sin embargo, ante cualquier síntoma relacionado con la nitidez en el campo visual o tras un traumatismo en el ojo, lo aconsejable es acudir de inmediato para una evaluación profesional.
Muchas veces, en la córnea afectada podemos ver un punto o una mancha blanquecina o grisácea, si bien esta puede ser tan pequeña como para pasar desapercibida al paciente.
¿Cuál es el origen de la úlcera ocular?
Traumatismos
Muchas úlceras de córnea se deben a una mala manipulación al colocar o quitar lentes de contacto y a traumatismos accidentales. Incluso una pestaña que entra en el ojo puede llegar a causar daño, sobre todo si nos restregamos el ojo afectado por puro instinto.
En otros casos, una inflamación previa predispone a que la membrana de la córnea sea menos resistente.
Infecciones comunes
Existen úlceras corneales causadas por herpes y también por infecciones fúngicas, aunque las más comunes, dentro de este grupo, son las que tienen un origen bacteriano.
Parásitos microscópicos
La Acanthamoeba es un microorganismo que puede estar presente en piscinas, duchas o, incluso, en el agua del grifo en algunos países. Cuando infectan los ojos, la cicatrización se complica hasta el extremo de poder ser motivo de la pérdida de visión permanente en el ojo afectado.
El simple hecho de retirar las lentes de contacto, en caso de utilizarlas cuando nadas, reduce considerablemente el riesgo de infección por este microorganismo, al no permitirle quedar un tiempo retenido entre la lente y la córnea.
Este mismo patógeno puede encontrarse en varios ecosistemas del suelo. Si, accidentalmente, se te introduce en el ojo alguna partícula sólida transportada por el viento, intenta aclararlo con agua limpia cuanto antes.
Enfermedades previas
Los pacientes con enfermedades que afectan a los procesos de cicatrización y aquellos que tienen el sistema inmunológico deprimido por una enfermedad o como efecto secundario de un tratamiento farmacológico (inmunosupresores o corticosteroides) tienen mayor posibilidad de sufrir úlceras en la córnea y de que estas avancen con mayor rapidez que en pacientes sanos.
Dentro de la lista de enfermedades, no podemos ignorar la diabetes y hemos de incluir el déficit de vitamina A.
Riesgos de sufrir una úlcera corneal
La mayoría de las úlceras en la córnea tienen tratamiento sencillo, sobre todo si acudes a un especialista oftalmólogo nada más comenzar a notar los síntomas. Sin embargo, hablamos de un tejido que debe cicatrizar y puede hacerlo bien o no, como sucede con la piel. En algunos casos, queda una cicatriz fibrosa que causa problemas de visión en el ojo afectado.
Cuando el tratamiento de la úlcera en el ojo se demora o el paciente no respeta al pie de la letra la pauta antibiótica, pueden aparecer complicaciones, generalmente en forma de infecciones resistentes o muy extensas. En los peores casos, la córnea podría pasar de tener una úlcera a presentar una perforación, con desplazamiento del iris o destrucción de tejido de la cavidad ocular.
Si tu problema corneal no se resuelve en el plazo previsto, o eres un paciente candidato a sufrir complicaciones por padecer enfermedades como la diabetes, lo mejor es valorar cuanto antes la posible gravedad de tu caso con un examen exhaustivo y preciso como el que podemos hacerte en la Clínica Oftalmológica Nebro (ecografía ocular, topografía corneal, etcétera).
¿Cuál es su tratamiento?
Las úlceras en la córnea pueden tener diferentes causas, aunque comparten entre sí algo más que la propia lesión: una infección bacteriana, viral o fúngica que puede estar ahí desde el comienzo o deberse a la proliferación de microorganismos oportunistas que colonizan un tejido dañado.
Por tanto, el tratamiento buscará acelerar la cicatrización, si es posible, a la vez que combatir estas infecciones. Este último punto es vital cuando tratamos a pacientes con el sistema inmunológico comprometido o a aquellos en los que la úlcera es consecuencia de afecciones oculares previas.
Cuando la úlcera se ha producido por sequedad ocular o por alergias, combinado con una erosión debida a las lentes de contacto, a un traumatismo o la introducción accidental de un cuerpo extraño (una arenilla llevada por el viento, por ejemplo), además de tratar la úlcera ocular, pondremos un tratamiento para evitar que el problema se repita en el futuro.
Una úlcera corneal requiere la consulta inmediata con un médico, incluso si el paciente no tiene claro si sus síntomas se deben a esta lesión. Por precaución, también recomendamos consultar tras cualquier traumatismo que no cause molestias o fotosensibilidad.