RESOLVEMOS TUS DUDAS E INQUIETUDES SOBRE EL GLAUCOMA
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¿Qué es el glaucoma?
Llamamos glaucoma a un conjunto de condiciones, en las cuales hay una lesión del nervio óptico, a consecuencia de una elevación de la presión ocular.
El glaucoma va lesionando fibras del nervio óptico normalmente lenta y progresivamente, y si no se establece un tratamiento puede conducir a la ceguera.
¿Por qué es necesario que el ojo tenga una tensión?
Para ver, el ojo en su eje visual es transparente, de tal forma que la luz pueda atravesarlo y llegar a la retina. Esto lo consigue, entre otras estructuras gracias a la existencia del humor acuoso.
El humor acuoso se genera en los procesos ciliares, y se drena por otra estructura que es como un desagüe, llamada malla trabecular. De esta forma hay un equilibrio entre formación y desagüe que mantiene al ojo en una tensión óptima, si esta fuese muy baja el ojo perdería su forma, y vería muy mal, y si fuese más alta aparecería el glaucoma
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En el glaucoma lo que ocurre es que la presión actúa sobre todo el ojo, lesionando su parte más sensible que es la cabeza del nervio óptico o papila.
Síntomas del glaucoma
El glaucoma no suele afectar a la visión en los estadios iniciales de la enfermedad, al menos de una forma en la que el paciente se percate. Cuando está muy avanzado constriñe el campo visual, limitando la capacidad de movimientos, y al final produce ceguera.
Si la presión está muy alta puede ser doloroso, producir náuseas y vómitos y visión de halos de colores.
Tipos de glaucoma
Glaucoma primario de ángulo abierto
Es con mucho el glaucoma más frecuente. Su prevalencia aumenta con la edad, y tiene una base genética apreciable. Esto es importante porque los familiares directos de los pacientes deben someterse a estudio para descartar que padezcan la enfermedad. Es raro que aparezca antes de los 40 años. La evolución suele ser lenta, y el nervio óptico va perdiendo fibras poco a poco hasta que se pierde la visión. En su diagnóstico es importante la realización de campos visuales, que es donde se expresa mejor la lesión del nervio óptico, así como de pruebas de imagen para estudiar directamente la papila, como es la oct papilar.
Glaucomas congénitos e infantil
Son tipos especiales de glaucoma que aparecen con el nacimiento en el caso del congénito y en niños en el caso del infantil. Su pronóstico es peor por aparecer en edades muy tempranas.
Glaucoma de tensión normal
Es una variante del anterior, y en él la presión se encuentra en niveles normales.
Glaucoma por cierre angular primario
Se produce un cierre de la salida del humor acuoso por el iris periférico, lo cual eleva la presión ocular. Puede ocurrir de forma aguda o de forma crónica. Puede prevenirse mediante el láser haciendo una iridotomía.
Glaucomas secundarios
Son varios los glaucomas secundarios que pueden aparecer, pero son mucho menos frecuentes. En líneas generales su tratamiento será el de la causa que lo provoca.
Diagnóstico del Glaucoma
Para el diagnóstico de glaucoma es importante una historia detallada, haciendo ver la presencia o no de antecedentes familiares, así como una exploración, que incluya la toma de presión intraocular, el estudio del polo anterior del ojo para descartar causas secundarias y para dilucidar si el glaucoma es de ángulo abierto o cerrado, la gonioscopia y la exploración de la papila o cabeza del nervio óptico.
En el glaucoma son imprescindible algunas pruebas diagnósticas.
Tonometría
La tonometría es la toma de la presión ocular. Aunque se considera presión normal es hasta 21mm de Hg, esto es relativo, ya que hay ojos que tienen presiones más altas y no desarrollan daño glaucomatoso, y al contrario ojos que presentan presiones más bajas y si lo desarrollan. Es muy importante, pero por si sola no es suficiente para establecer el diagnóstico, salvo que la presión esté muy alta, por encima de 29 mm de Hg, presión con la que aunque no haya daño en el nervio óptico, hay consenso en la necesidad de su tratamiento.
Es una prueba fácil de hacer, sin riesgos y que se realiza de forma rutinaria en las consultas de oftalmología.
Campimetría
Es la principal prueba que se realiza en el glaucoma, junto con la tonometría, y que nos sirve, no solo para el diagnóstico sino para controlar una posible progresión del daño glaucomatoso.
Gonioscopia
La gonioscopia es la observación del ángulo de la cámara anterior. Sirve para valorar si un glaucoma es de ángulo abierto o cerrado. También es imprescindible para aplicar láser sobre la malla trabecular.
Tomografía de coherencia óptica del nervio óptico.
Junto con otras pruebas de imagen (GDX, HRT), sirve para medir la cantidad de fibras del nervio óptico, y junto con la campimetría nos ayuda a valorar la progresión de un glaucoma.
Paquimetría corneal
La paquimetría corneal consiste en medir el grosor de la córnea. Es útil en el manejo del glaucoma porque córneas especialmente finas dan presiones falsamente bajas y córneas muy gruesas dan cifras falsamente altas. Esto es importante porque una persona con una cornea muy gruesa puede hacernos creer que su presión es patológica cuando en realidad es normal, y más importante aún puede hacernos creer como normal una presión en una córnea muy fina, y que no diagnostiquemos el glaucoma, al menos en una primera fase. Esta última situación se da en los miopes operados mediante láser de Excimer, ya que adelgazamos la córnea quirúrgicamente.
Tratamiento del glaucoma
La principal estrategia en el tratamiento del glaucoma va a consistir en controlar la presión intraocular de tal forma que no haya progresión del daño glaucomatoso, o al menos que este se enlentezca y no llegue a producir ceguera.
Para ello disponemos de varios recursos terapéuticos:
Tratamiento médico.
Hay diversos grupos farmacológicos, los cuales se pueden combinar entre sí. De todas formas no hemos de olvidar que tienen sus efectos secundarios, y que deben emplearse la menor cantidad de fármacos posibles.
Entre los grupos tenemos los derivados de las prostaglandinas, los betabloqueantes, los agonistas Alpha-2, los inhibidores de la anhidrasa carbónica tópicos y los mióticos. Todos ellos se aplican en forma de colirios. Se suelen aplicar durante años y en la mayoría de los casos es posible controlar el glaucoma con estos fármacos.
También tenemos tratamiento oral con los inhibidores de la anhidrasa carbónica, los cuales se suelen usar durante cortos periodos de tiempo, para controlar una hipertensión ocular transitoria o mientras esperamos a la cirugía.
Tratamiento del glaucoma con láser
Trabeculoplastia con láser
Puede conseguir disminución de la presión del 10-40%. Suele perder eficacia con el tiempo. Equivaldría a estar poniéndose un fármaco en colirio.
Iridotomía con láser.
Se realiza en los glaucomas de ángulo estrecho, bien para prevenir o para tratar el cierre angular.
Cicloablación con láser de diodo.
Suele hacerse en quirófano, bajo anestesia regional.
Iridoplastia con láser.
Se realiza en ojos con cámara estrecha para profundizar el ángulo.
Trabeculectomía.
Con esta técnica conseguimos bajar la presión creando una fístula protegida. Está indicada cuando no se logra controlar el progreso de la enfermedad con colirios o cuando se diagnostica la enfermedad en estado avanzado y requerimos bajar mucho la presión, en este caso puede tener mejor pronóstico a largo plazo una cirugía precoz que un tratamiento farmacológico.
Cirugía no penetrante del glaucoma (esclerectomía no perforante)
Tiene menos complicaciones operatorias que la trabeculectomía, pero suele conseguir una disminución de la presión menor que ésta.
Dispositivos de drenaje
Como son las válvulas, en líneas generales se reservan para glaucomas de peor pronóstico.
Iridoplastia con láser.
Se realiza en ojos con cámara estrecha para profundizar el ángulo.
Implante del mini-shunt express
En nuestra clínica oftalmológica de Fuengirola tenemos experiencia y buenos resultados con el implante del mini-shunt express que consigue un control de la presión intraocular similar a la trabeculectomía, aunque con menos complicaciones operatorias. La cirugía se lleva a cabo en Benalmadena en Hospital Vithas y en Málaga en Hospital El Angel.
Tratamiento quirúrgico del glaucoma
Prevención del Glaucoma
¿Podemos prevenir el glaucoma?. Realmente poco podemos hacer para prevenir la aparición de glaucoma. Se aconseja tener un peso adecuado, no fumar, controlar la tensión arterial, no tomar mucha cafeína. El ejercicio físico baja la tensión ocular al menos mientras se está realizando.
Lo más importante sería realizar un diagnóstico temprano, y para ello, ya que la enfermedad no suele dar síntomas en sus inicios es indispensable una exploración oftalmológica adecuada. Un diagnóstico temprano facilita que la enfermedad se trate antes y tenga mejor pronóstico.
Si nos diagnostican de glaucoma, hemos de avisar a todos nuestros familiares directos para que se revisen, y descarten que tienen la enfermedad.
Factores de Riesgo
Los factores de riesgo del glaucoma primario de ángulo abierto son:
- Presión ocular alta, mientras más alta, más riesgo de desarrollar glaucoma.
- Edad. Más frecuente en ancianos.
- Raza. ES más frecuente y grave en la raza negra.
- Antecedentes familiares de glaucoma
- Diabetes mellitus
- Miopía
- Papilas ópticas grandes
Sobre el único factor de riesgo que podemos actuar es sobre la presión ocular mediante el tratamiento.
Preguntas sobre Glaucoma
¿Es la hipertensión ocular lo mismo que el glaucoma?
No. Hipertensión ocular es cuando hay en el ojo una presión elevada pero no hay daño en el nervio óptico, por lo tanto, no hay glaucoma.
Me han diagnosticado glaucoma, ¿me voy a quedar ciego?
La clave del tratamiento está en evitar la progresión del daño en el nervio óptico. Si conseguimos mantener la presión en niveles bajos, no habrá progresión y se conservará la visión. Es importante un diagnóstico precoz y realizar correctamente el tratamiento
¿Si tengo hipertensión ocular, voy a desarrollar glaucoma?
Algunos pacientes que presentan hipertensión ocular desarrollaran glaucoma, pero no todos.
Tengo glaucoma, ¿me tengo que operar?
Algunos glaucomas requieren para su control de la cirugía, pero la mayoría de ellos se logran controlar con tratamiento médico o láser, aunque a veces si esto no se consigue es necesario la cirugía.