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Atención al Paciente

Bebé con estrabismo observado por oftalmólogo infantil
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Dr. Salvador Nebro Cobos

Estrabismo en bebés: cuándo acudir al especialista

El estrabismo es una afección visual que se caracteriza porque uno o ambos ojos no están alineados correctamente con la dirección a la que la persona afectada dirige la vista. Sin embargo, es relativamente frecuente que se manifiesten etapas o episodios de estrabismo en los bebés, sin que ello implique que exista alguna alteración relacionada con la visión.

¿Es normal que un bebé desvíe los ojos?

Sí, resulta muy normal que los bebés bizqueen de vez en cuando durante los primeros meses de vida. ¿Y por qué ocurre eso? Porque sus músculos oculares aún están en una etapa de desarrollo y consolidación.

Por lo tanto, en esa etapa sus ojos pueden moverse de forma un tanto descoordinada o errática y/o estar orientados en direcciones tanto convergentes como divergentes. Esto suele ocurrir de forma esporádica.

Causas del estrabismo en bebés

Cuando hablamos de causas de estrabismo en bebés, nos referimos a aquellos casos ya diagnosticados en los que está confirmado que la desalineación de los ojos se debe a algún trastorno en concreto, y no a la falta de desarrollo muscular ocular que es característico de los primeros meses de vida.

En tales casos, estas son las causas más frecuentes:

  • Ambliopía: conocida coloquialmente como trastorno del “ojo vago”, se trata de una afección en la que los músculos de un ojo están correctamente desarrollados, pero existe una deficiencia en la visión de uno de los ojos.

  • Hipermetropía: este defecto refractivo puede ser la causa suficiente y única de que un bebé, un niño o un adulto presente estrabismo.

  • Alteraciones o trastornos neurológicos: afecciones en los nervios o áreas cerebrales que intervienen en el funcionamiento de los músculos oculares.

  • Otras enfermedades o síndromes: además, el estrabismo puede estar relacionado con trastornos de otras naturalezas. Por ejemplo, el síndrome de Down, la retinopatía del bebé prematuro o los hemangiomas infantiles ubicados cerca de la zona ocular.

  • Predisposición genética: está suficientemente comprobado que cuando existen antecedentes familiares de estrabismo es más probable desarrollar esta condición.

Cómo detectar el estrabismo en bebés

¿Y cómo se detecta el estrabismo en un bebé, diferenciándolo del bizqueo natural? Pues observando atentamente:

  • La frecuencia y circunstancias de ocurrencia de las desviaciones oculares: el bizqueo ocasional suele aparecer solo cuando el bebé está cansado o distraído. En cambio, el estrabismo es persistente y se manifiesta en cualquier tipo de circunstancia.

  • El comportamiento ocular en los momentos de enfoque cercano: en el caso del bizqueo ocasional, los ojos del bebé se coordinan correctamente al fijarse en un objeto cercano y enfocarlo. En el estrabismo, uno o ambos ojos permanecen desalineados cuando el bebé intenta mirar fijamente un objeto cercano.

  • La reacción ante estímulos visuales situados a media distancia: otra señal de posible estrabismo es que la desviación ocular persista incluso cuando llamamos la atención del bebé a media distancia y este fija la vista en nosotros.

En presencia de cualquiera de los anteriores síntomas, es obligado consultar con premura a un oftalmólogo pediátrico. Y lo mismo ha de hacerse si el estrabismo es puntual, pero persiste una vez que el bebé ya ha cumplido 6 meses.

A este respecto, sugerimos confiar en el buen hacer y la experiencia de la Dra. Carmen Reino Pérez, la especialista en Oftalmología Infantil de nuestra clínica.

Cómo se trata el estrabismo en bebés

¿Y cómo corregir el estrabismo en los bebés? Identificando la causa subyacente y valorando la gravedad del caso. Si la causa del estrabismo no es una enfermedad o trastorno subyacente ajeno al ojo, el oftalmólogo pediátrico puede prescribir:

  • Uso de parches: si el estrabismo afecta a un solo ojo y está provocado por una ambliopía, se coloca un parche en el globo ocular dominante, con el objeto de estimular la visión del ojo que se desvía.
  • Terapia visual: ejercicios cuyo fin es que el bebé fije la atención en determinados objetos que cambian de posición. El objetivo es doble: fortalecer la musculatura ocular y favorecer su coordinación.
  • El uso de gafas correctivas: si la edad del bebé lo permite, su empleo puede corregir o paliar el problema de refracción causante del estrabismo.
  • Cirugía ocular: reservada para aquellos casos en los que los tratamientos anteriores no son suficientes para corregir la desviación.

Finalizamos recordando que el diagnóstico temprano y el correspondiente tratamiento aumentan las posibilidades de que el estrabismo en bebés se corrija en un plazo de tiempo razonable.

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