La fatiga visual es un problema que lleva camino de convertirse en endémico en los países desarrollados, por lo que conviene analizar por qué se produce y aprender cómo atajar sus molestos síntomas.
¿Qué es la fatiga visual?
La fatiga o cansancio visual no es una afección ocular en sí misma, sino un síndrome o conjunto de síntomas molestos que afectan al globo ocular y a su entorno, así como a la capacidad de visión.
En concreto, la fatiga o cansancio visual y sus síntomas característicos suelen manifestarse cuando el afectado realiza actividades que implican enfocar objetos de cerca o fijar la vista en puntos muy determinados, durante largos periodos de tiempo.
¿A qué se debe la fatiga visual?
Cuando miramos algo de cerca, como la pantalla de un ordenador o un teléfono móvil, el músculo ciliar se contrae y el cristalino del ojo se comba de forma natural. Cuando este esfuerzo de enfoque de un punto cercano se prolonga, el músculo ciliar no tiene ocasión de relajarse. En esos casos, es ese esfuerzo ininterrumpido el causante de que se produzca la fatiga visual.
Por otra parte, la disminución de la frecuencia del parpadeo también provoca fatiga ocular. No solo ocurre cuando miramos atentamente un libro o una pantalla, sino en otras circunstancias. Una de las más comunes es la conducción de un vehículo: está comprobado que la atención en la conducción produce una disminución de la frecuencia con la que el conductor abre y cierra sus párpados.
¿Y por qué la disminución de la frecuencia del parpadeo deriva en fatiga ocular? Porque el parpadeo es el mecanismo natural para distribuir las lágrimas sobre la superficie corneal. Así, la superficie de la córnea se alisa, agudizándose notablemente la vista.
Cuando la frecuencia del parpadeo se reduce, la superficie del ojo está más expuesta al aire y, por tanto, a la evaporación de la lágrima. Esto crea discontinuidades en la película lagrimal y provoca la irregularidad de la superficie corneal, siendo esa la causa de que se vea borroso y de que se presente sequedad e irritación.
Además, cuando la persona afectada ve borroso, incrementa involuntariamente el esfuerzo ocular, lo que empeora los síntomas de la fatiga visual. En resumen, se trata de la pescadilla que se muerde la cola.
Síntomas de la fatiga visual
Las personas que sufren fatiga visual experimentan algunos o todos los síntomas de la siguiente lista:
- Ojos llorosos y/o irritados.
- Pesadez o molestias en párpados y ojos.
- Visión borrosa.
- Problemas de enfoque.
- Dolores de cabeza leves.
- Movimientos involuntarios del párpado.
Los síntomas de la fatiga visual son coincidentes con los de otras afecciones oculares. Y algunas de esas afecciones pueden provocar fatiga visual. A modo de ejemplo, forzar la vista cuando se padece presbicia (dificultad para ver de cerca debido al endurecimiento del cristalino causado por la edad) causa fatiga visual.
Por tanto, si se observa alguno de esos síntomas, la decisión prudente es ponerse en manos de un oftalmólogo. Este establecerá el diagnóstico diferencial y confirmará si, efectivamente, los síntomas son causados por simple fatiga ocular o por otras afecciones.
Prevención y tratamiento de la fatiga visual
El tratamiento varía en función de las causas que provocan la fatiga visual:
Fatiga visual provocada por otros trastornos oculares
Si la fatiga o cansancio visual es consecuencia de un trastorno ocular concreto, es necesario tratar esa afección o adoptar alguna medida correctiva.
Por ejemplo, en caso de presbicia, el afectado deberá utilizar unas gafas (siempre graduadas por un oftalmólogo) para ver de cerca. Otra alternativa es la cirugía de la presbicia, un procedimiento en el que se sustituye el cristalino endurecido por una lente intraocular artificial.
Fatiga visual causada por esfuerzos oculares continuados o actividades que conllevan una disminución del parpadeo
En esos casos, el tratamiento es sintomático e incluye las siguientes acciones:
- Programar descansos periódicos si la fatiga ocular está provocada por la fijación continuada de la vista en un objeto muy cercano. Para ello, se emplea la regla oftalmológica 20-20-20. Es decir, cada 20 minutos, desviar la mirada durante 20 segundos hacia un objeto situado a más de 20 pies (unos 6 metros).
- Evitar el brillo excesivo de las pantallas de los ordenadores, móviles y libros digitales. Los filtros de pantalla son más que recomendables.
- Buena iluminación ambiental. A la hora de leer o trabajar ante una pantalla, es imprescindible que la habitación esté bien iluminada.
- Usar gafas de sol en el exterior o para conducir. Además de hacer descansos.
- Evitar conducir por la noche.
- Adoptar el hábito de parpadear frecuentemente.
- Utilizar lágrimas artificiales si se siente sequedad ocular.
Medidas de prevención
Las medidas de prevención de la fatiga ocular coinciden con las del tratamiento sintomático. Una medida de prevención adicional es visitar al oftalmólogo si observamos cualquier anomalía, incluyendo la sequedad ocular, la pérdida de agudeza visual lejana y las dificultades para enfocar de cerca.
Finalizamos añadiendo que en nuestro Centro de Oftalmología Visual en Fuengirola disponemos de oftalmólogos especializados en el tratamiento de la fatiga visual y de aquellas afecciones oculares susceptibles de desencadenarla.