La membrana epirretiniana es una condición de los ojos, asociada a la edad en muchos casos, y que puede ser asintomática. No obstante, por pura fisiología, no es raro que esta condición se presente con una serie de síntomas tan importantes como para recomendar al paciente la cirugía.
Vamos a ver cuáles son las causas de esta alteración y cuándo operar la membrana epirretiniana, así como qué esperar de la cirugía.
En la clínica oftalmológica del Dr. Nebro podemos realizar tanto las pruebas necesarias para estimar el estado de su mácula como la misma cirugía, evitando demoras en el diagnóstico y listas de espera.
¿Qué es la membrana epirretiniana?
La membrana epirretiniana es el nombre que damos a la formación de tejido cicatricial sobre la retina, concretamente en la región de la mácula, donde se transmiten los estímulos encargados de la visión más precisa.
A consecuencia de la formación de este tejido membranoso, la mácula puede contraerse y arrugarse, dando como resultado una visión borrosa.
Se estima que cerca de un 8 % de las personas mayores de 60 años presentan esta condición, aunque la cirugía de la membrana epirretiniana macular solo está indicada en pacientes con afectación visual, no en los asintomáticos.
¿Por qué se produce la membrana epirretiniana macular?
Como hemos dicho, la formación de la membrana epirretiniana está muchas veces asociada a la edad del paciente. En la mayoría de los casos, es consecuencia del envejecimiento normal del gel vítreo, que suele desembocar en un desprendimiento vítreo posterior.
A raíz de este desprendimiento vítreo, que puede pasar inadvertido, se pueden depositar sobre la mácula de la retina células e inducir la formación de una malla fibrótica o membrana. Cuando esta malla se contrae, aparecen las alteraciones visuales.
En otros casos, la formación de esta membrana sobre la mácula se relaciona con patologías como la diabetes, la obstrucción venosa retiniana, procesos inflamatorios que afectan a la retina o cirugía en la que se vea involucrada la misma.
Síntomas que ocasiona
Hay dos grandes síntomas, que son la visión borrosa y las distorsiones visuales. Al hablar de distorsiones visuales, nos referimos a alteraciones tales como ver líneas rectas curvadas o los objetos de un tamaño relativo mayor o menor al real. La visión borrosa es un síntoma compartido por tantas enfermedades del ojo y del nervio óptico como para hacer que algunos pacientes con sólo este síntoma retrasen la consulta con el especialista oftalmólogo, al creer que simplemente necesitan unas lentes nuevas.
En algunos casos, podemos diagnosticar la membrana epirretiniana con un simple fondo de ojo sin necesidad de dilatar las pupilas, aunque la prueba definitiva es la tomografía de coherencia óptica (OCT). La OCT, que podemos realizar en nuestro centro oftalmológico, no solo confirma o desmiente el diagnóstico, sino que nos brinda valiosa información sobre el estado del interior del ojo en caso afirmativo. Con la OCT sabemos si hay membrana epirretiniana y cuándo operar.
¿Cómo se trata la membrana epirretiniana?
Dado que el tejido a eliminar se encuentra en el interior del ojo, la única manera de tratar los casos sintomáticos es con una cirugía.
Tratamiento quirúrgico
La cirugía para retirar el tejido contraído o engrosado sobre la mácula se realiza mediante microcirugía, aunque como adelantábamos, es necesaria una vitrectomía para poder llegar a la zona. Es esta parte de la cirugía la que suele determinar cómo será el posoperatorio de la membrana epirretiniana, en función del tipo de fluido de reemplazo elegido y de si se precisa o no una segunda intervención.
Por lo demás, la cirugía para corregir el problema de la membrana epirretiniana macular es relativamente sencilla. Se realizan 3 incisiones milimétricas, siempre con la ayuda de un microscopio, en la esclerótica, para introducir los dispositivos que llevarán a cabo la cirugía dentro del ojo.
A continuación, se drena el humor vítreo y se pela la membrana epirretiniana desde dentro del globo ocular. Algunos cirujanos pelan también de manera muy superficial la mácula, para reducir el riesgo de reincidencias en pacientes con factores de riesgo.
La recuperación completa de la visión suele llevar meses, durante los cuales es normal tener visión borrosa en mayor o menor grado.
La membrana epirretiniana es una condición de la vista asociada a la edad y a algunas enfermedades como la diabetes. Es una afección común entre la población mayor, aunque si no produce síntomas no se aplica el único tratamiento existente: una microcirugía ocular que precisa de vitrectomía.
La prueba diagnóstica definitiva es la tomografía de coherencia óptica, que no solo confirma o desmiente, sino que aporta información precisa sobre el estado del interior del ojo del paciente. En nuestra clínica oftalmológica disponemos del equipo diagnóstico adecuado para realizar esta prueba y también podemos ocuparnos de la cirugía. El postoperatorio no suele ser complicado, aunque sí lento, ya que lleva unos meses en recuperar la visión nítida.
